El obsoleto Tri de Alex Lora


Posiblemente al día de hoy, ir a un concierto del TRI, con todo y su mítico ‘gritante’, Alex Lora, ya no suena tan atractivo. Sin embargo, si el costo del boleto es de 20 pesos y el de la cerveza 50, se convierte en buen pretexto para reunirte con amigos  y cantar muchas canciones que sabes de memoria, aunque se trate de un lunes.

Con una lentísima revisión y las interminables filas que eso provoca, logré entrar al recinto justo cuando los primeros guitarrazos empezaban a escucharse. En un lugar abarrotado, lo difícil fue encontrar a ‘mi bandita’ (hablando como buen fan del TRI). Los encontré. El plan salía de acuerdo a lo planeado. Sin embargo, pronto me di cuenta que no sería una noche fácil.

El TRI es una banda histórica; una referencia cuando se habla de rock hecho en México. El problema es que iniciaron valientemente; mentándole la madre a los hijos del  entonces presidente Díaz Ordaz y actualmente hacen canciones a la memoria de Juan Pablo II. Alex Lora y su ‘domadora’ Chela (porque ellos son el TRI) han ido destruyendo poco a poco toda la credibilidad que la banda construyó en los años negros del rock nacional. Años donde se tenía que recurrir a las periferias –en los legendarios ‘hoyos fonquis’– para poder llevar a cabo una tocada. De ese TRI sobreviven solo las canciones. Aunque, del mensaje contestatario y retador que llegaron a tener en su  contexto original, no quede absolutamente nada.

El público está metido en el concierto. Alex Lora lo sabe y maneja la situación a placer, tal y como lo ha hecho, como mínimo, los últimos 20 años. Todo es lo mismo: los mismos ‘cánticos europeos’ en ADO. Las mentadas de madre a los gringos, a Trump, a Peña Nieto… y a los que no vinieron. Los mismos chistes. Las mismas anécdotas. Todo sigue funcionando. Alex Lora nos tiene en sus manos. Los clásicos suenan. ‘La banda’ canta (cantamos) las canciones. Y ni la cerveza, ni otras sustancias que abundan, hacen que la gente las olvide. Se arman círculos que parecen una mezcla entre slam y víbora de la mar de las bodas. La lluvia de lo que todos esperamos sea cerveza no para. El audio es muy débil. Lo que pintaba para una buena noche, poco a poco empieza a no serlo del todo. Decido irme. Aún queda  más de una hora de concierto. Si ya has visto una vez al TRI en vivo, me atrevo a decir que ya has visto todos sus conciertos… Exceptuando el increíble TRI Sinfónico de 1998.

Me sorprende que a la salida aún haya filas de gente queriendo entrar. La base de fans del TRI posiblemente sea la más grande del país. Y a ellos no les importa si aún hay credibilidad y coherencia en lo que predica Alex Lora sobre el escenario y lo que hace en su vida diaria. No les importa que sea el mismo concierto. Ellos quieren responder “¡Sííí!” cuando de las bocinas salga el clásico “¿Están siendo felices, niños?”. Yo pienso que apenas es lunes y, como soy un Godínez (aunque con mucho tiempo libre), prefiero ir a dormir. Mañana será martes y ya solo faltarán tres días para que sea viernes

Comentarios

  1. Sonido débil y El Tri como banda, ni se diga. Para los que llegamos más tarde y nos quedemos solo viendo a través de las pantallas, era insoportable el volumen de los bares instalados en la Feria. El escándalo fue interrumpido unos minutos porque subió una banda a uno de los bares, banda de covers por cierto con un vocalista más que desafinado. Y pues: ¡QUE VIVA EL ROCK N ROLL!

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  2. En mi caso, Que desde que tengo memoria escuchado al tri,
    Es una experiencia diferente cada concierto al que he ido,
    Si, como tu lo dices, los chistes se repiten pero siempre hay un chiste nuevo
    La energía que sale de cada fan que corea las rolas y las que se actualizan cada seis años, Se contagia, trasmitiendo esa euforia en cada grito, en cada "chinga tu madre"
    Es una emoción nueva cada toquin
    Talvez si llegaras mas temprano, aun concierto al que la entrada te cuesta 20 pesos encuentres buen lugar
    Y te tomes una cerveza fría
    Tengas otro punto de vista
    Pero como eres godinez y te rentas a un horario, vives con la tensión que te tienes que levantar temprano, el taxi te cobrará talvez 150 pesos la quincena esta terminando,
    Por eso nunca disfrutaras un espectáculo.
    Saludos
    Pablo Hernández

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